cubierto

Definición:

Antónimos(s):

Ejemplo 1:

El rey d’esta isla tiene sus palacios cubiertos todos de planchas de oro por tejas, e las ventanas e mármoles del palacio son todos de oro. (Fernández de Enciso, Suma de Geographía, 1530, fol. LXIv).

Ejemplo 2:

Los muros son fabricados de piedra, cal y ladrillo, assentados sobre la faz de la tierra, sin cimientos ni çanja alguna, bien terraplenados y anchos. Ay en ellos ochenta y tres baluartes, Juan de Barros dize que son noventa, de grande apariencia y rodeados de corredores y cubiertos de chapiteles que hermosean por estremo la ciudad. (Escalante, Discurso de la navegación, 1577, fol. 38v).

Ejemplo 3:

Finalmente, conviene igualar con nivel todas las áreas que hizieres cubiertas con techo, pero las que se dexaren al descubierto se declinarán del nivel, no más de que despidan las corrientes de las lluvias. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 21).

Definición:

Antónimos(s):

Ejemplo 1:

Cada uno tiene quien le sirva mientras están en estos vaños los enfermos. El vaño es hecho donde es las casas, para estar en ellas al cubierto, y son hechas en algunas partes de madera y otras de paredes de piedra. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 203r).

Ejemplo 2:

Para aver de hazer tablas, en especial para puertas y ventanas, todos los árboles, o los más, son buenos para edificios; de modo [que], como son de diversas naturalezas, ansí deven servir en diversas cosas. Y no todos los árboles sirven a una misma cosa: los unos árboles sirven para una cosa y otros para otra, como se a dicho. Los unos son muy mejores y duran mucho tiempo dentro del agua, y otros duran mucho más. tiempo al cubierto y otros al descubierto. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 239r).

Ejemplo 3:

El avete, en especial aquél que nace en ciertas montañas, que para las obras que se hazen al cubierto, dentro de las casas, que es maravilloso para puertas y para tablas y cosas d’esta calidad, por causa que es muy ligero y seco y toma la cola muy bien. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 242v).