Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: hordenar, ordenar.
( del lat. ōrdĭnāre 'íd.' (DECH) ).

1. v. tr.

1ª datación del corpus: Sagredo, Medidas Romano, 1526.

Definición:

Colocar de acuerdo con un plan o de modo conveniente. (DRAE 2001).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Por quál razón se movieron los antiguos a ordenar todas sus obras sobre el redondo o sobre el quadrado, y por qué se llama arte romana. (Sagredo, Medidas Romano, 1526, pág. 11).

Ejemplo 2:

Tuvieron los filósofos que fuesse desierta por dos cosas: la primera porque pensavan que toda era mar sin tierra; lo otro porque en su tiempo no se navegava el mundo como agora, por no saber ordenar derrotas, ni navegar por alturas, a cuya causa no se alcançava más noticia del universo de la que unos comarcanos a otros comunicavan de sus provincias e naturalezas, e no más. (Falero, Tratado del espera, 1535, fol. 19v).

Ejemplo 3:

No fue maravilla que en aquesta variedad los romanos, con autoridad de Rómulo, el qual fue cimiento de su monarchía, ordenassen su año en diez meses, en los quales solamente contaron trezientos y quatro días, començando de março, asignando a los seys d’ellos, es a saber, abril, junio, agosto, septiembre, noviembre, diziembre, cada treynta días; y a março, mayo, julio y octubre, cada XXXI. (Anónimo, Repertorio tiempos, 1554, fol. VIIv).


2. v. tr.

1ª datación del corpus: Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562.
Marca diatécnica: Arit.

Definición:

Colocar o disponer los números en el orden que les corresponde de acuerdo con el sistema de numeración decimal (esto es, según sean: unidad, decena, centena, etc.) para poder operar con ellos.

Sinónimos(s):

asentar5.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Nota un aviso para quando te dieren alguna qüestión y no entendieras lo que has de hazer. Digo que, a imitación de la mesma demanda que te dieren, ordenes otra con números conoscidos, y en ellos traçarás hasta que saques por regla lo que de memoria sabes que ha de ser, y de la suerte que hizieres la fácil harás la diffícil. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 233-234).

Ejemplo 2:

Otro exemplo: si 26 ducados los gasté en 39 días, para setenta días, ¿qué dinero será menester? Primero que hagas esta demanda, mirarás si están bien ordenados los números, porque, si no lo estuvieren, los ordenes. Y hallarás que no lo están, porque los 39 días que tienen notorio su gasto han de estar primero y los 26 ducados que dize que se gastaron en ellos han de estar en el segundo lugar, y los setenta días, cuyo gasto se ignora, han de estar en el tercero. Y assí, mudarás los números d’esta demanda, diziendo: si en 39 días gasté 26 ducados, pido en 70 días, al mismo respeto, ¿qué gastaré? (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 144v).

Ejemplo 3:

Regla general: si 15 hombres hazen cierta obra en 10 días, para que esta obra se acabe en 7 días, ¿qué hombres serán menester? Si para ordenar ésta y otras que se pueden ofrecer te faltare conocimiento, para saber d’estos tres números de la demanda, quál es el primero, quál segundo y quál tercero, quiero dezir, para saber quáles son los dos números que se han de multiplicar y quál es el que ha de partir, aunque no se muden de como vienen, tendrás esta regla general: y es que, a imitación d’esta pregunta o de otra qualquiera que se te ofreciere, ordenes otra por la misma orden, con unos números tan pequeños y tan notorios que, sin hazer la regla, alcanzes con tu entendimiento lo que ha de ser. (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 145r).


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