Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: moneda.
( del lat. monēta (DECH) ).
Familia léxica: amonedado, monedear, monedero.

1. sust. f.

1ª datación del corpus: Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512.
Marca diatécnica: Metal.

Definición:

Pieza de oro, plata, cobre u otro metal, regularmente en forma de disco y acuñada con los distintivos elegidos por la autoridad emisora para acreditar su legitimidad y valor [...]. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Nota bien la plática sobredicha, porque por ella podrás saber qualquier quebrado que sea, o qualquiera cosa que sobrare en qualquiera partición, qué parte será de qualquier moneda, agora sean libras, o sean ducados, o castellanos, o florines, o pacíficos, o justos, o reales o otra qualquier moneda que sea de qualquier reyno. (Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512, fol. 75v).

Ejemplo 2:

Pero quando la plata y cobre que se mezclan con el oro en la moneda son de pesos differentes, unos forman treynta y siete agujas y otros solamente veynte y ocho, a causa que nunca, o pocas vezes, se acuña moneda de oro que no tenga por marco quinze duelas de oro, que son de veynte y quatro partes del marco, las quinze. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 143r).

Ejemplo 3:

Después que entraron españoles usaron también los indios el oro y plata para comprar, y a los principios no avía moneda, sino la plata por peso era el precio, como de los romanos antiguos se cuenta. Después, por más commodidad, se labró moneda en México y en el Pirú, mas hasta oy ningún dinero se gasta en Indias Occidentales de cobre o otro metal, sino solamente plata o oro, porque la riqueza y grossedad de aquella tierra no ha admitido la moneda que llaman de vellón, ni otros géneros de mezclas que usan en Italia y en otras provincias de Europa; aunque es verdad que en algunas islas de Indias, como son Sancto Domingo y Puerto Rico, usan de moneda de cobre, que son unos quartos que en solas aquellas islas tienen valor, porque ay poca plata, y oro, aunque ay mucho, no ay quien le beneficie. (Acosta, Historia natural, 1590, pág. 199).


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