Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: cortir, curtir.
( de origen incierto ; tal vez derivado de corto, pero también podría tratarse de un lat. vg. *corretrire, derivado de *retrire, variante vulgar de rĕtĕrĕre 'desgastar por el roce' (DECH) ).
Familia léxica: curtido, curtidor.

1. v. tr.

1ª datación del corpus: Martínez de Burgos, Reportorio premáticas y Cortes, 1551.

Definición:

Someter las pieles de los animales a cierto tratamiento que las hace flexibles y aptas para fabricar con ellas distintos objetos. (DUE).

Sinónimos(s):

adobar2.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Que no se saquen cordobanes curtidos ni por curtir de estos reynos. (Martínez de Burgos, Reportorio premáticas y Cortes, 1551, fol. XXXVIr.).

Ejemplo 2:

A cortir echen en la tina la harina, y sal, y otros aparejos a la vista de los otros veedores, y no se pueda sacar la dicha corambre sin que sean presentes los dichos veedores, para que vean si está bien cortida. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. CCLIIIr.).

Ejemplo 3:

Los trogloditas, gente de tanta velocidad que, corriendo, alcançan las fieras, llevavan un escudo redondo de cuero de buey sin curtir ni quitar el pelo y maças de hierro, y, otros, lanças y arcos. (Álaba, Perfeto capitán, 1590, fol. 129r.).


2. v. tr.

1ª datación del corpus: Pérez Vargas, De re metallica, 1568.

Definición:

Reblandecer, desgastar, hacer perder la consistencia a un material.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

La vena se cave y haga montones al sereno, donde el agua llovediza, calor y frío la curtan por tiempo de seys o siete meses, trassegando los montones de quando en quando y bolviéndolo de abaxo arriba, hasta que la piedra se ablande y la tierra se fermente y amasse. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 201r-201v).

Ejemplo 2:

Todo techo conviene que sea de tal manera que su sombra abrace a la techumbre, y que aparte la agua que llueve de todo el edificio a quien sirve de cubierta, porque la lluvia siempre es aparejada para dañar y para hazer mal, aunque sea menuda, porque con su delgadeza horada, con su blandura inficiona, y con la costumbre curte todos los nervios del edificio y, finalmente, vizia de raýz y pierde toda la compostura. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 27).

Ejemplo 3:

Los derramaderos conviene que estén ensolados con suelo cuesta abajo e inclinado y macizo, por donde corra muy libremente, y que las cosas que allí estuvieren fabricadas no se curtan con la continua humedad. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 117-118).


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