contraste

Definición:

Ejemplo 1:

Mas, aunque es assí que la tierra crio Dios para los hombres y la mar para los peces, algunas cosas ay en la navegación que parecen naturales y d’éstas una es quando el piloto navega con viento próspero y tal como él lo quiere, con que haze su derecho camino sin contraste de cosa alguna, paresce que esto es cosa natural y assí da gran contento. Pero quando navega con viento diferente del que ha menester, acidentalmente camina y con trabajo e cuidado. (Medina, Regimiento de navegación, 1563, fol. 58v).

Ejemplo 2:

Mas si las hondas yrán a topar con las rivas, las quales no serán derechas ni aun de travieso del agua, y, dándole por el costado, le yrá haziendo contraste y le dañará, por causa del yrse torçiendo o doblegándose por el anchura del río, de modo que ambas las ribas en particular, tanto la una quanto la otra, aquélla que recibe como aquélla que hyere. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 110v).

Ejemplo 3:

Y si esta pared estuviesse hecha a plomo, o drecha a peso para baxo, resistiríanle las holas con más violençia que a la pared A, por estar declinada hazia tierra. Véhese el peligro llanamente, porque como el combate de las holas es ordinario, que jamás cessa día ni noche, reciben las paredes gran daño de contraste tan continuo. Y por esto que está dicho, se deven hazer lamboradas, o escarpa, o barbacana, o en talón o thalús, o como cada qual le quiera llamar. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 399v).

Definición:

Ejemplo 1:

CONTRASTES, sean en Sevilla y en todas las ciudades en los lugares más públicos y convenibles, donde ay el mayor tracto de las gentes. Y aya una buena persona ábile y sufficiente y de buena fama para el tal officio (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. LXXXIIIr).

Ejemplo 2:

Aviendo alguno de hazer pagamiento a otro, puédele hazer en el dicho contraste, aunque la otra parte no lo quiera. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. LXXXIIIv).

Definición:

Ejemplo 1:

La aprobación y examen de la fineza del oro, plata y otros metales se acostumbra hazer en común con una piedra, que se dize toque vulgarmente porque, estregando en ella el metal, queda teñida con tal color que responde a la fineza del metal que se toca y prueva. Para esto suelen y acostumbran los contrastes y personas que tratan metal tener unas agujas o puntas, que son por todas veynte y quatro de metales diversos, con que cotejan el oro o plata u otro qualquier metal, tocando primero con la punta, y, junto a la señal que queda, tocan el metal que examinan, cuya fineza procuran y quieren saber quál sea. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 141r).

Ejemplo 2:

Pero, porque los contrastes y todos los plateros aora en Castilla cuentan la onça de 600 granos y la ochava, o dos adarmes, de 75, y los dos tomines, que es el escrúpulo, de 25, y esto no haga turbación ni duda de lo dicho ni de su puntualidad, es de saber que realmente la onça castellana es la romana antigua, sin quitar ni poner, como Covarruvias, con muchos autores y esperiencias que dixo aver hecho, provó en el lugar alegado, y ésta, en efeto, no tiene sino 576 granos de los verdaderos. (Valles, Tratado aguas destiladas, 1592, fols. 90r- 90v).

Ejemplo 3:

Lo que más conviene es lo que se va haziendo, que el contraste provea a los boticarios de pesas propias que en las figuras respondan a las de hasta aquí y en el peso al marco castellano justamente con los granos antiguos. (Valles, Tratado aguas destiladas, 1592, fol. 93r).