Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: combate.
( de combatir (DECH) ).

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Montes, Instrucción y regimiento, 1537.
Marca diatécnica: Mil.

Definición:

Acción bélica en la que se enfrentan soldados o formaciones militares enemigas.

Sinónimos(s):

contienda2, debate.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

E por esto, el príncipe o señor del exército, quando hiziere gente, deve de hazer la gente que sea plática en la guerra, y el general que los governare sea maestro de guerra, porque el día que se da una batalla más se pierde por la mala orden que tienen en el ordenar de la batalla que no por combate de los enemigos. (Montes, Instrucción y regimiento, 1537, fol. XIIr).

Ejemplo 2:

Y de aver tanto número de arcabuzeros visoños sucede en algunas escaramuças o combates, de quinientos tiros, no acertar uno, porque se contentan con sola la estampida y ruydo. (Álaba, Perfeto capitán, 1590, fol. 130r).

Ejemplo 3:

Si con las minas se camina tan adelante que se venga a pelear en ellas, convendrá que Vuestra Alteza encomiende el hazello, y su guardia, a los soldados de esfuerço, por ser uno de los más peligrosos combates que ay en los cercos. (Mendoça, Theórica y práctica, 1596, pág. 105).


2. sust. m.

1ª datación del corpus: Urrea, Vitruvio, Architectura, 1582.
Marca diatécnica: Mil.

Definición:

Ataque contra tropas o plazas enemigas.

Sinónimos(s):

acometida, acometimiento, combatimiento2, ofensa1.

Antónimos(s):

defensa2.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Las distribuciones de los edificios públicos son tres: la una es para defensión, otra para religión, otra para oportunidad o recreación. Distribución de defensión es una razón de muros y torres y puertas para defender los ímpetus y combate de los enemigos perpetuamente. (Urrea, Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 11v).

Ejemplo 2:

Prevenciones y disposiciones se han referido arriba, que son nescessaríssimas para el combate y asalto de las ciudades y fortalezas sitiadas. Y para lo que vuestra merced pregunta, exemplos tenemos en la Divina Escriptura, que, por ser tan a propósito, es razón se imiten. (García de Palacio, Diálogos militares, 1583, fol. 87v).

Ejemplo 3:

Mas otros muchos autores antiguos nos çertifican que ellos sabían bien que el salitre abrasava, porque se serbían d’él en las composiçiones de algunos fuegos para quemar las mantas y baybenes y máquinas, y torres de madera que en aquel tiempo se usavan en los combates de ciudades, y también para abrasar las armadas. (Roxas, Sumario milicia, 1607, fol. 96v).


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