arcabuz

Definición:

Ejemplo 1:

Assí que la mejor arma para seguir la guerra son picas, y cosseletes, y escopetas y arcabuzes, y éstas, con la artillería, es la fortaleza de todo un campo. (Montes, Instrucción y regimiento, 1537, fol. 10v).

Ejemplo 2:

No se usa sino en la que ha de servir a los arcabuzes por algunas razones, una de las quales es que, porque, como es notorio, para el servicio de los arcabuzes se trae la pólvora en frascos y, si fuesse en polvo y no granujada, no correría como conviene que corra, para que en el caxquillo del frasco se haga la carga y, si no fuesse ansí, se aplastaría, sin dar lugar a que la carga se pudiesse hazer en el caxquillo dicho. (García de Palacio, Diálogos militares, 1583, fol. 98v-99r).

Ejemplo 3:

Se han de esforçar los de dentro, si ay número de gente para ello, quemando los lienços con el poner, después de cargados los arcabuzes, las baquetas dentro del cañón y en el rascador estopas con pez, a que se ha de dar fuego disparando el arcabuz luego a los lienços, donde la baqueta, con el no estar lexos, enciende fuego quemándose. (Mendoça, Theórica y práctica, 1596, pág. 130).

Definición:

Ejemplo 1:

El arcabús bastardo, mínima pieça de tal formaçión, tira onça y media de bala de hierro, y de bala de plomo dos onças y seis adarmes, con otra tanta pólvora fina. Tiene de largo 35 calibres o, verdaderamente, tres pies y 9 dedos. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 28).

Ejemplo 2:

El arcabuz bastardo tiene de largo 35 calibres y tira onça y media de bala de hierro, y de bala de plomo, 2 onças y 3/4, con otras 2 2/4 de pólvora fina. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 48).

Definición:

Ejemplo 1:

El sirgador o arcabuz extraordinario tiene de largo 48 calibres; tira onça y media de bala de plomo con 1 1/2 de pólvora fina. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 49).

Definición:

Ejemplo 1:

Y esta es la razón por que se tiene que los arcabuzes rayados llevan mayor carga, porque la bala entra más forzadamente y de manera que cierra todos los respiraderos que puede tener el fuego de la pólvora, lo qual en los otros no es ansí. (Lechuga, Discurso de la Artillería, 1611, pág. 172).