apariencia

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Los postreros astrólogos, por su larga expeculación, hallaron estrellas fixas que, algunas vezes, de Oriente a Septentrión y al Austro se movían; y al Oriente más velozmente que al Occidente; y otras vezes, más veloz al Septentrion que no al Austro, la qual aparencia, porque con solos los dos movimientos suso dichos no se podía salvar, otro tercero movimiento pussieron. (Medina, Arte de navegar, 1545, fol. 2v).

Ejemplo 2:

Halló las estrellas fixas unas vezes moverse al Septentrión, otras vezes hazia el Austro, otras hazia el Oriente y otras vezes hazia el Occidente; y unas vezes moverse al Septentrión más velozmente que para el Austro y otras vezes más velozmente al Austro que para el Septentrión, y, assimismo, moverse más apriessa hazia el Oriente que hazia el Occidente, la qual apparencia en la octava sphera no se podía salvar con sólo un movimiento proprio y otro preternatural. (Chaves, Sacrobosco, Sphera, 1545, fol. XVIIr).

Ejemplo 3:

Y también qüenta Ptolomeo las apariençias celestiales, por las quales alargó Marino la latitud o largura hasta el trópico del invierno, la qual apariençia dize Ptolomeo ser de poca eficaçia, porque según ellas podían demostrar habitaçiones así a la parte austral como a la septentrional (Santa Cruz, Libro de las longitúdines, ca. 1567, pág. 153).

Definición:

Ejemplo 1:

Escudriñando esto los philósophos antes que viniessen en conocimiento de la verdad, por algunas apariencias generales pensaron y creyeron que la frialdad engendrava las especies de los metales y como causa efficiente suya les dava cumplido ser y perfeción (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 7r).

Ejemplo 2:

El temple consiste en exercicio, plática y conocimiento, teniendo cuenta con las colores y apariencias que el azero muestra en la calda y temple. Para esto, se deve saber que el azero muestra quatro colores y diferencias quando se tiempla. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 173r).

Ejemplo 3:

Lo qual tampoco parece ser provable, por la tanta variedad de aparencias de formas y colores que hay de ellos [cometas], por causa de alguna prejacente materia, la qual es bastante la maestra natura para obrar. (Micón, Diario grande cometa, 1578, pág. 47).

Definición:

Ejemplo 1:

El officio y primor de los plateros consiste principalmente en quatro cosas: [...] A éstas se puede añadir, [...] Por octava y última, el dar color a la plata y oro, communicándoles perfecto lustre y apariencia. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 149r).

Ejemplo 2:

Las calles [...] Son tan largas, que tienen fabricado a trechos arcos triumfales de grande hermosura y apariencia, con que se adornan y ennoblecen mucho las ciudades. (Escalante, Discurso de la navegación, 1577, fol. 35v).

Ejemplo 3:

Pero de lo que toca a la gracia y appariencia de la obra trataremos en otra parte. Assí que del techo de líneas rectas baste lo dicho hasta aquí, si no es que falta aquello que yo amoneste, lo qual entiendo que se ha de guardar mucho en toda obra. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 84).

Definición:

Ejemplo 1:

Las sombras son causadas quando algún cuerpo tenebroso es opuesto a la luz y, assí, la sombra tiene aparencia de cuerpo y no lo es. (Medina, Arte de navegar, 1545, fol. 38v).

Ejemplo 2:

Porque aquellos alchimistas que por vía de medicinas proceden, dando con elegir color a los metales en su propria forma, sin removerla de su materia, a parescer de todos los buenos philósophos van herrados y se pueden tener sophísticos engañadores, porque el metal que hazen, aunque tiene apariencia y color y otros accidentes de plata y oro, ciertamente es falso, y vive en él la forma del metal primera que era, antes que la medizina se incorporasse. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 14v).

Ejemplo 3:

Los soroches pudieran constituir quarto orden de por sí, pero comprehéndolos, con otros que assí lo sienten, debaxo del nombre de negrillos, a que se reduze también el rosicler el más rico metal que la naturaleza cría debaxo de apariencia de piedra. (Alonso Barba, Arte de los metales, 1640, fol. 39v).