Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: albayalde, alvayalde.
( del ár. bayad 'blancor' (DECH) ).

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Pérez Vargas, De re metallica, 1568.
Marca diatécnica: Mineral.

Definición:

Carbonato básico de plomo, de color blanco [...] (DLE).

Sinónimos(s):

cerusa, esmici.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Los alchimistas usan de cal y alvayalde con intención de endurecer y dar color, que son accidentes, no ay para qué se sirva de estos materiales la natura, que con sagacidad y providencia, digiriendo, endurece y da color a los metales. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 5r-v).

Ejemplo 2:

Alvayalde se haze echando vinagre fuerte en un vaso, y lechos de sarmientos unos sobre otros, y planchas delgadas de plomo sobre los sarmientos. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 179v).

Ejemplo 3:

Diferénciase en esto, y mucho más en las calidades y virtudes medicinales, de la sándyx, del mismo color, que se haze de albayalde muy quemado al fuego, que algunos también llaman, impropiamente, sandáraca. (Alonso Barba, Arte de los metales, 1640, fol. 11r).

Información enciclopédica:

"El albayalde fue conocido en la Antigüedad como tal, aunque [...] con frecuencia se confundía con el acetato de plomo […]. Se trata de un polvo amorfo, blanco brillante, pesado, insoluble en agua, que se ha empleado mucho en pintura porque tiene propiedad de cubrir o tapar otros colores" (Fresquet Febrer, J.L., “La Historia natural de los minerales y la Medicina”, en López Piñero, J. M. (dir.), 2002, Historia de la ciencia y de la técnica en la Corona de Castilla, págs. 515-516).

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