Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: recipiente.
( tomado del lat. recipiens, -entis, part. act. de recipĕre 'recibir' (DECH) ).

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Pérez Vargas, De re metallica, 1568.
Marca diatécnica: Dest.

Definición:

Vaso donde se reúne el líquido que destila un alambique (DRAE 2001).

Sinónimos(s):

recibidor1, recibiente.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

El agua de vida, o agua ardiente y quinta essentia, se destila del vino, el qual se echa en un vaso de cobre estañado y el vaso se cubre y çulaca. Y de la cubierta sale una sierpe de cobre hueca, o caño retorcido, bolteado, con algunas concavidades. Y en medio está pegada una caxa del mismo cobre, la qual deve estar siempre llena de agua fría. Y en lo alto de la sierpe se ponga el alambique çulacado y su recipiente, d’esta forma. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 184r).

Ejemplo 2:

Y, al fin d’esto, destílenlo en primer grado de calor, que es en tercer baño, de manera que no respire ninguna cosa, y en demostrándose en la cabeça algunas gotas o rayas, ya an pasado los espíritus y viene la flema; quítese el recipiente antes que la flema se junte con ellos. Y los que se sacan d’esta manera son espíritus puros ynvisibles en su rarificación, que no se manifiestan a la vista hasta que están en el recipiente, el qual conviene que sea redondo y que tenga la más capacidad que pudiere, porque mientras mayor, más se condensan ellos y menos se evaporan. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 25v).

Ejemplo 3:

El pico del alambique entre en el que llaman recipiente, que es una redoma grande en que se recoge el agua que distila, y tápese también, de suerte que no respire. (Alonso Barba, Arte de los metales, 1640, fol. 106v).


2. sust. m.

1ª datación del corpus: Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605.

Definición:

Utensilio destinado a guardar o conservar algo. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Con el animal se buelve el árbol A, el qual tiene encaxada la palanca B, la qual tiene unas cuerdas asidas al cavo B. Las quales cuerdas van asidas al collar del animal, C, y mueve la rueda D, la qual tiene los caxales E, los quales entran en la linterna F. La qual linterna mueve la rueda H, la qual saca la agua del poço M. Y esta rueda vierte la agua en I, encima del exe K. Y el recipiente es L. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 348r).


3. sust. m.

1ª datación del corpus: Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605.
Marca diatécnica: Fil. Nat.

Definición:

Cavidad en que puede contenerse algo. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Ay otros que son de otra opinión, como lo cuenta o refiere Aristótiles, los quales lo pruevan en esta manera: diziendo que las aguas, que se sacan para riba en el ayre, por causa del sol, y como va lloviendo, y después de caýda va penetrando por las fibras de la tierra, la qual agua se va después recogiendo junta en un lugar, del qual después va manando como de un vaso muy grandíssimo o recipiente, y de aý va a todos los ríos. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 2r).

Ejemplo 2:

Y también se pueden repugnar a esta misma opinión y contradezirla en esta manera: si este vasso o recipiente de aguas es dentro de la tierra, de fuentes, no puede hechar para arriba sus aguas y embiarlas para en alto hasta salidas de las fuentes, por causa que el agua no puede de suyo yr para arriba, ni menos es ella hasta hazer esso; por causa de su gravedad y peso, no va ni puede yr para arriba. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 3v).

Ejemplo 3:

Y quién no advierte y mira que aquí Aristótiles menos quiere açeptar ni conçeder de aquéllos que él dezía, aquéllos que dezían que el agua manava y descendía de sus vassos y recipientes, y la embiava afuera d’ellos, pues que él quiere que, ultra de la agua de las lluvias, que se halle de una otra agua mojada y humedecida la tierra, y dentro de essa agua, bolviéndose a calentar, pueda continuamente engendrar de sí agua y exhalaciones, por donde nazca después tan grande cantidad de agua que pueda manar de continuo, todos los años, perpetuamente fuentes y poços en las partes que son muy quemadas del sol. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 7r).


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