rareza

Definición:

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Ejemplo 1:

Conviene que se le dé a cada cosa el vasso, y la digestión y grado de calor según la rareza o la densidad que tuvieren, porque no dan su virtud si no se le da la digestión y grado de calor que conviene según su calidad. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 2r).

Ejemplo 2:

Dezimos, pues, en confirmación de lo dicho, que los que permanecen en el fuego son compuestos de una sustancia untuosa, la qual substancia se concorda con el ayre por la rareza que tiene, como se vee por la dilatación que los dos tienen, porque ninguno de los demás se dilatan tanto como ellos. Por lo qual se vee estar compuestos de una sustancia muy sutil y llegada a la perfecta decogción, la qual hizo el calor, y por esta causa se concordan con el fuego. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fols. 26r-26v).

Ejemplo 3:

Lo qual se vee en todas las cosas que por el fuego son preparadas, que todo lo que es inperfeto es expelido y quitado por él d’ellas; y todo lo que se concorda con él es una substancia untuosa, la qual con su rareza se dilata y se mezcla con las demás substancias inperfectas. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 69r).

Definición:

Sinónimos(s):

Antónimos(s):

Ejemplo 1:

Quando se sacan las piedras del horno teniéndose la mesma grandeza que quando se pusieron, aviéndose cozido el liquor, no responden al peso que tenían, antes se halla tener menos quasi la tercera parte. Pues, quando se descubren las aberturas de las tales piedras y la rareza que tienen, entonces arrebatan en sí la mezcla de arena, y assí se apegan, y secándose en las paredes, se juntan con las piedras y hazen el edificio sólido y macizo. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 25r).

Ejemplo 2:

Pero luego que el humor de la materia se gastare por la rareza de las piedras, apartándose de la arena la cal, se desata. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 26v).

Ejemplo 3:

También conviene que qualquier área sea firmíssima, ahora sea hecha por natura, ahora por arte, por lo qual me parece que han de ser oýdos aquéllos principalmente que amonestan que, con fossas distantes por algún espacio, escudriñemos qué tanto valga de suyo aquel suelo con su espessura, o rareza o blandura, para suffrir las cargas de la fábrica. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 20).