Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: prieto.
( de apretar (DECH) ).

1. adj.

1ª datación del corpus: Anónimo, Ordenanças paños, 1527.

Definición:

Dicho de un color: muy oscuro y que casi no se distingue del negro (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Otrosí, mando que los peynadores que ovieren de peynar las lanas blancas, o prietas, o tintas, las peynen claro y limpio y sin gorullos, y que en la tal lana no puedan echar más de media açumbre de agua en cada arroba, y con el azeyte que es menester, y que el dueño del obrador lo vea hechar. (Anónimo, Ordenanças paños, 1527, fol. IIr).

Ejemplo 2:

Sentencia es de Aristótiles, magnífico señor, que de las cosas contrarias, una mesma es la sciencia que las enseña . Quiero dezir que no podemos saber qué cosa sea blanco si ignoramos el color prieto, ni será possible entender qué cosa es verdad, no conosciendo qué es mentira; ni sabremos juzgar de la buena y acertada navegación, si no alcançáremos la mala y errada. (Cortés de Albacar, Breve compendio sphera, 1556, fol. XCIIIr).

Ejemplo 3:

Las minas d’este metal se hallan y crían en muchas partes y piedras y tierras differentes, o puro, o con mezcla de plata o oro. Comúnmente nasce en una piedra espongiosa, gruessa, blanca, marmoleña, con unas manchas menudas prietas, muy dura de cavar. También se cría en piedra parda, cenizosa, como vemos en el Andaluzía y reyno de Murcia y Granada, donde las ay. Pero la mejor mina de plomo es la que nasce en piedra blanca, con granos menudos o claros, o en cierta manera de tierra suelta que, cavándose, fácilmente se aparta el metal, (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fols. 36r-36v).


2. adv.

1ª datación del corpus: Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605.

Definición:

Ajustada o ceñidamente.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Y después, junta todas estas misturas juntas, y póngase dentro de un vaso a fundir el açufre y mesclar los materiales con el açufre. Y quando se va calentando, conviene mezclar muy bien todo y calentar muy bien las piedras y untarlas, ansí calientes, y juntarlas lo más prieto que ser pueda, y echar después encima una poca de agua fría, a causa que el betún se enfríe muy más presto y apegue mejor. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 276r).


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