labrado

Definición:

Ejemplo 1:

Desseo tengo de ver alguna coluna labrada con tanta diligencia y cuydado como has dicho. (Sagredo, Medidas Romano, 1526, pág. 31).

Ejemplo 2:

Y estas cosas no se han de guardar solamente en piedras labradas, sino también en las que se sacan para edificios de piedra tosca. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 26v).

Ejemplo 3:

Y algunos hazían también labradas las juntas de las piedras, que no tenían necessidad de embetunarlas para que no saliese el agua. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 196r).

Definición:

Ejemplo 1:

Este mercader de todas estas 6 pieças quiere fazer 50 marcos de oro labrados, que tenga cada marco de ley 19 quilates. (Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512, fol.157r).

Ejemplo 2:

Proveyeron que las dichas casas de la moneda acudiessen en moneda labrada con toda la cantidad del oro o plata que les fuesse dado para labrar. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. CCXXIIv).

Ejemplo 3:

El primer dinero que usaron los romanos era de peso de una libra, como se collige de Plinio , y esta moneda se llama as, que pesava 12 onças; era de metal no labrado. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 630).

Definición:

Ejemplo 1:

Este valor se entiende siendo en toda perfectión, pero quando no lo son ay gran variedad, que no aprovecha ser perfectos en el color si no lo son en el labrado, ni en el labrado si no lo son en el color, aunque el labrado se dissimula mejor. Porque, aunque un diamante no sea tan gruesso como ha de ser, y por ser delgado haze más plaça que teniendo todo su gruesso, no será ésta imperfectión. (Arphe, Quilatador de la plata, 1572, fol. 44v).

Ejemplo 2:

La mayor perfectión en un rubí es ser de color muy encendido, como clavel, y de gran limpieza y diaphanidad, muy centelleante y lustroso; su proporción y labrado redondo, y la planicie de encima quadrada; su fondo en razonable gruesso. (Arphe, Quilatador de la plata, 1572, fol. 45v-46r).

Ejemplo 3:

Dizen ser el balax madre del rubí y tener las mesmas virtudes [...]. Su labrado es como el de las esmeraldas y, siendo oriental y limpio, con el color algo subido, se multiplica su valor según su peso , como los diamantes. (Arphe, Quilatador de la plata, 1572, fol. 54v).