hervor

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Estando ya el oro bermejo, como arriba dixe, se le eche dentro agua clara de la fuente y se le dé un hervor en el fuego, y luego se lave con agua fría quatro vezes, y luego se funda en un crisol o vaso del tamaño y grandeza convenible, según su quantidad del oro. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 114v).

Ejemplo 2:

Todas estas cosas molidas y cernidas, ponerlas en una holla con las gomas y aceytes, y dallas un herbor, de suerte que no se ençienda fuego. (Ferrofino, Descrizión Artillería, 1599, fol. 155r).

Ejemplo 3:

Será en tal caso no sólo conveniente, sino forçoso, lavar los tales caxones por cocimiento en fondos grandes de hierro, dispuestos de la suerte que se dixo de los de cobre, donde con pocos herbores y ayuda del movimiento del molinete, se juntará el açogue y plata que se huviere deshecho en lis, y se restaurará a su ser primero el que estuviere convertido en agua. (Alonso Barba, Arte de los metales, 1640, fol. 71r).

Definición:

Ejemplo 1:

Lo último que propone este capítulo es el refinar el açufre. Y para ello molerá lo que refinar se quiere. A medio moler, póngase en una caldera [a] fuego lento, y, en lebantando el erbor, apártese. (Ferrofino, Descrizión Artillería, 1599, fol. 144r).

Ejemplo 2:

Como el liquor que está en el cuerpo de la tal piedra, aviéndose el ayre gastado y salido d’ella, retiniendo en sí escondido el calor que queda, mojado en agua, antes que salga el fuego cobra fuerça y hierve estando el humor dentro en las rarezas de aquellos agujeros, y esfriado con el agua, hecha del cuerpo de la cal hervor. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 25r).

Definición:

Ejemplo 1:

El medio d’estos caniculares, quando es el mayor fervor, viene a ser al tiempo qu’el Sol ascende juntamente con la estrella Basilisco, que está en el coraçón de la ymagen de Leo, la qual es de la mesma naturaleza del Can. (Anónimo, Repertorio tiempos, 1554, fol. XLv).

Ejemplo 2:

Y si la necessidad os forçare a que hagáys ladrillos con los fríos del invierno, cubrildos luego con arena muy seca; y si en el hervor de el estío, con pajas húmedas, porque avidos assí no se hienden ni tuercen. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 52).

Ejemplo 3:

Pero no toda la agua que corre por piedras es tal que la aprueve yo señaladamente; porque, si corre azia abajo por madre ciega, y por rocas muy sombrías y profundas, encrudécese, mas si baja por madre muy abierta, entonces fácilmente me llego al parecer de Aristóteles, porque con el hervor del sol, consumida la parte más leve, se haze más grassa. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 317).