groseza

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Assimismo multiplicarás el largor y anchor y grosseza de una piedra, una por otra, diziendo: 3 quartas vezes medio montan tres ochavos, multiplica 3 ochavos; por un quinto y serán 3 quarentabos. Parte aora los 360 por 3 quarentabos y vendrán al quociente 4800, y tantas piedras serán menester para la pared. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 318).

Ejemplo 2:

Házese en muchas maneras el desminuir de las colunnas, de las quales pongo aquí dos aceptadas por las mejores. La primera y más notoria es que, terminada la altura y la groseza de la colunna, y quanto se quiere que desminuya de la tercia parte arriva, se forma un semicírculo avaxo, donde comienza, es desminuir. (Caxesi, Vignola, Regla cinco órdenes, 1593, pág. XXXI).

Ejemplo 3:

Quieren que las piezas se formen en las fundiciones por la medida de sus bocas y que por la misma se goviernen los artilleros para conocer si tienen el metal en grosezas y larguezas que deven tener (Lechuga, Discurso de la Artillería, 1611, fol.VI).

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Siracusa, dezía Cicerón estar puesta de suerte que por un año entero los moradores veen el sol de cada día, cosa digna de dessear, aunque rara, y que principalmente se ha de dessear, mientras que la necessidad y oportunidad de el lugar no nos lo prohibiere, y hase de tomar de todas las regiones aquélla, de la qual la fuerça de las nieblas y toda grosseza de vapor espesso está muy apartada. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 9).

Ejemplo 2:

Si hechares algún real o quarto en un baso o escudilla, de tal manera que no se pueda ber estando desviado, echando agua en el baso, le verás, porque las espeçies o figura del dinero, la densidad del agua las representa a los ojos por la groseça d’ella. (Ferrofino, Descrizión Artillería, 1599, fol. 176v).

Ejemplo 3:

Las aguas de las nieves tienen lo mismo, aunque ellas se van mucho acercando a la bondad de las aguas de las lluvias, porque, en siendo congelada por causa del frío, entonçes se va repretando en sí, y sale aquella parte subtil que ay en ella y quedásele en ella la crasicia o groseza, y por esta raçón se endurezen y se hazen frías. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 192v).