Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: cortante.
( del ant. part. act. de cortar (DRAE) ).

1. adj.

1ª datación del corpus: Arphe, Quilatador de la plata, 1572.

Definición:

Afilado, agudo.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Lábranse, por la mayor parte, a planicies llanas, aunque no en esquinas cortantes, y la circunferencia ochavada o hexágona. (Arphe, Quilatador de la plata, 1572, fol. 55v).

Ejemplo 2:

Conviene a saber que, por quanto, como arriba diximos, el fuego haze tornar el fogón tuerto, cavernoso y mal formado, conviene hazer tres limatones de azero que tengan 8 cuchillos o esquinas cortantes alrededor, como el que en la presente figura se vee dibuxado. (Collado, Plática Artillería, 1592, fol. 58r).

Ejemplo 3:

Es de muy poco artifiçio en su hechura, mas de sólo que sea muy bien asido con unas lañas de hierro, y todo lo que es más d’ello es donde hay la letra A, que es una plancha de hierro que coge la tabla arriba y abaxo, la qual plancha ha de ser como cosa cortante, y donde va la B, con una baxada para el suelo. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 382r).


2. sust. m.

1ª datación del corpus: Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605.

Definición:

Herramienta con filo para cortar.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Se podían embetunar a la redonda de la embra y del macho, y el betún que sobrase se podrá quitar con una argolla de hierro, la qual esté encajada o afixada en una hasta que sea más larga que el caño, aunque la argolla no ha de ser de tanto redondo como el caño. Y a de ser un poco ancha. Y a de ser, a la parte donde está encaxada en la hasta, que sea casi como cortante, que, metiéndola dentro del caño, que pueda sacar el betún del caño que avrá sobrado dentro. Y con esta invençión no quedará dentro del caño cosa que estorve al camino a la agua. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 141v).

Ejemplo 2:

Y estos caños, después de barrenados, si se socarran o chamuscan con fuego, duran muy largo tiempo debaxo de tierra sin corromperse. Y el ajuntar el uno con el otro se haze en esta manera: que se hazen unas argollas de yerro, anchas de tres dedos, las quales están a los lados costados, casi como cortantes, las quales son más anchas que no es el redondo de la barrena. Y tiénese hecho en los dos caños un señal redondo, y pónese la argolla en los dos señales, y con un maço se le va dando, en tal modo que la argolla se viene a encaxar en los dos caños. Y con esta orden los van ajuntando de mano en mano sin poner betún en ellos. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 284r).


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