Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: contraseña.
( de contra y seña y éste del lat. sĭgna (DECH) ).

1. sust. f.

1ª datación del corpus: Álaba, Perfeto capitán, 1590.
Marca diatécnica: Mil.

Definición:

Palabra o signo que, solo conocidos por los que luchan en el mismo bando, aseguran el mutuo reconocimiento de personas, rondas y centinelas.

Sinónimos(s):

contraseño.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Quando se embía alguna centinela a reconocer los disignios del enemigo y si el campo quiere de secreto hazer mudança, que es la que propiamente se llama perdida, no se le a de dar el nombre, por el peligro que ay de que, cogiéndola y apremiándola, lo diga; y, assí, se usará con ella de alguna contraseña particular para que quando buelva sea conocida. (Álaba, Perfeto capitán, 1590, fol. 49r).

Ejemplo 2:

Las bocales se entienden por voz umana, como quien dijese “¡Bitoria, bitoria!”, o otra cosa semejante, y la semibocal son las trompetas, y las señales mudas son alçar o bajar alguna banderola o maderos en los castillos para dar a entender lo que ay de nuebo, sigún tiene la contraseña ya dada. (Roxas, Sumario milicia, 1607, fol. 31v).

Ejemplo 3:

Tiene obligaçión cada noche de yr por el nombre y contraseñas al quartel del maestre de campo general y traerlo a su general y tinientes con las demás órdenes y recados y, en bolviendo, repartir las muniçiones de víveres. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 146).

Información enciclopédica:

Álaba, Perfeto capitán (1590: fol. 62r): "Y ningún ardid puede ofrecerse de más importancia en la guerra que el saber variar en las traças y engaños, de suerte que si el enemigo huviere alcançado a entender alguna seña secreta, pueda con facilidad ser engañado con otra contraseña o cautela; como hizo un capitán cuyo nombre no escrive quien haze mención de su prudencia, el qual, aviendo puesto por seña conocida en todo su campo para saber quándo marchavan hazia él los enemigos el hazer fuegos de noche y esparcir por el real humo de día, y sabiendo que sus contrarios entendían ya esta seña, para desalumbrarlos y dar ocasión a que cayessen en algún error guiándose por ella, ordenó que de día y de noche se hiziessen fuegos y humo sin cessar, sin que se tuviesse respeto a que viniesse el campo contrario, como antes se hazía, y que, quando le viessen cerca, cessasse lo uno y lo otro. Hecho esto como estava mandado, viendo la persona a cuyo cargo estava el ponerlo en execución que los enemigos estavan cerca, mandó que fuegos y humo parassen, con lo qual, pareciéndoles que sin duda las guardas no los avían sentido venir, pues no se usava de la seña del humo, y que todo el real devía de estar descuidado, acometieron con la desorden que de ordinario acometen los muy confiados de la vitoria; y estando sossegado el prudente capitán que sabía su venida, con menos gente de la que su enemigo traía le desbarató y venció".

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