clavija

Definición:

Ejemplo 1:

Convendrá […] que se haga una armadura de dos maderos […]. Los quales han de estar armados a los dos cabos, muy bien ensamblados con otros dos o tres traviesas que los tengan muy bien asidos los unos con los otros, encaxados y muy bien enclavijados […]. Y las clavijas han de ser de ençina, por causa que son mejores. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 147r).

Ejemplo 2:

Todos los maderos que van para el suelo de la puente conviene que vayan asidos con sus clavijas de yerro los unos con los otros, que jueguen los unos con los otros, como va señalado A y C, con sus clavijas de yerro con sus chavetas, en la manera que van aquí señalados. Que donde es la A y B, va puesta una clavija de yerro con su chaveta, a causa que no salga de su lugar. Y lo mesmo es en C D, que ay otra. Y ansí van proçediendo de mano en mano, hasta el cabo todos los maderos. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 207v).

Ejemplo 3:

Yo he visto […], en obras antigas, hecha una ligazón muy buena […]. Era hecha esta ligazón de unas pieças de carrasca hechas como coda de milano, y encaxadas dentro de los dos sillares, y en el medio tenían hincado una clavija de la misma madera que entrava en el otro sillar de arriba […]. De modo que aquella clavija entrava tres dedos dentro del sillar y otros tantos en aquel de arriba. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 370).

Definición:

Ejemplo 1:

El exe ha de abraçar y comprehender las ruedas y la caxa y sobrar los peçones de quatro dedos a lo menos fuera de el ojal del cubo, que es aquella parte donde se meten la chapa y la lavija, que son las que sustentan la rueda, porque no se salga. (Collado, Plática Artillería, 1592, fol. 21v).

Ejemplo 2:

El exe de cañón ha de ser largo tres brazos y siete onças. El cuerpo, que es la parte de en medio y la más gruessa, ha de ser largo diez y ocho onças. Los brazos, cada uno largo doçe onças y media: las onçe que ocupan los cubos de las ruedas y la una y media fuera d’ellos, para las clavixas. (Lechuga, Discurso de la Artillería, 1611, pág. 83).

Ejemplo 3:

A cada peçón se le haze un ojalete que atraviesa de alto abaxo y pasa madera y hierro de la ánima, o baltones para meter las clavijas que […] sirven de tener las ruedas. Y las arandelas o chapas de hierro que entre ellas y la frente de las ruedas se meten son para defender de que las clavijas no gasten y royan la madera del cubo de la rueda. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 417).