asido

Definición:

Ejemplo 1:

E, assí hecho, hazerse han en él quatro agujeros por medio del mismo timón, en manera que sean fuertes; y por ellos passarán sus varones, esto es, ocho guindalessas asidas de los quatro agujeros de manera que vengan quatro por cada vanda e, assí, serán ocho de ambas vandas. (Medina, Arte de navegar, 1545, fol. 70v).

Ejemplo 2:

Entenas: son los mástiles y palos donde van asidas las velas, las quales assimesmo se llaman vergas. (García de Palacio, Instrución náuthica, 1587, fol. 141v).

Ejemplo 3:

La L es la maroma en que cuelga la gata. Y donde es la primera sortija es A, la qual está assida en un ñudo de la maroma L. Y a la anilla A está colgada a la polea B, la qual tiene dentro de sí dos garruchas, por donde passan las dos qüerdas que van dobladas, que es K K K K. Y la C es la segunda sortija, la qual tiene assido en ella las quatro qüerdas D, las quales están asidas a las quatro anillas I I I I. Y las qüerdas K K K K passan por unas argollas que están firmes, que es E E E E, de los dos quales cavos son asidos a las dos sortijas G G, y las otras dos passan por las dos poleas F F, y van asidas al tornico H. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 145r).

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Paresce contra razón dezir que los metales sea su propria materia el agua y humidad, pues que, según la doctrina de los Metheoros, la humidad fácilmente, evaporando, se aparta del cuerpo donde está mezclada y azida. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 1v).

Ejemplo 2:

Y tal oro se suele hazer, y tal plata, d’esta forma, que resiste a muchos fuegos, aun en la prueva real que dizen los artistas: çufriendo ser siete vezes y más afinado sin deperdición sensible de su quantidad y peso. Pero, dende adelante, queda tan apurada su humidad y tan mal azida con lo terrestre, que, no se pudiendo valer el uno al otro, perecen entrambos juntos y queda sola la escoria. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 14v).

Ejemplo 3:

Dos cosas suelen impedir la blandura y extención de los metales: o tener lo húmido gruesso no bien apurado, o tener mezcla balbuciente, y, golpeándolos, las partes mal azidas de lo húmido se desatan de las secas. (Pérez Vargas, De re metallica, 1568, fol. 22v).