Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento

Martínez de Aranda, Xinés, Zerramientos i trazas de montea, mss. ca. 1599


Datos biográficos
(n. en Baeza, ø? ñ Castillo de Locubín, Jaén, 1622).

ació en Baeza en el seno de una familia de arquitectos, fundada por Ginés Martínez ´El Viejoª, fue el principal miembro de una dinastía activa en Jaén y Granada durante el siglo XVII. Su carrera comenzó muy temprano. En 1564, siendo Maestro de Aguas y Fontanero de Baeza, labró la fuente de Santa María, que Federico García Lorca definiría como una «fuente de severidad pagana, que parece el cuerpo final de un arco de triunfo al que la tierra se hubiera tragado».

En 1585 Aranda abandona Baeza para instalarse en Castillo de Locubín, en donde se casa y nacen sus hijos, dos de los cuales serán arquitectos. Allí construyó la iglesia de San Pedro. En 1590, fue nombrado Maestro Mayor de la ciudad de Alcalá la Real, donde fue protegido por Maximiliano de Austria, y en la que llevó trabajos en la fortaleza de la ciudadela de La Mota. Cuando Maximiliano fue nombrado obispo de Cádiz, Aranda lo siguió, ocupando el puesto de maestro de obras del cabildo gaditano. Tras el saqueo del Conde de Essex, en 1596, Ginés Martínez construirá la iglesia de Santa Cruz o Catedral Vieja, cuyas trazas algunos atribuyen a Cristóbal de Rojas, que entonces se ocupaba de las fortificaciones de la ciudad. Por los mismos años, nuestro autor trabajó en la Cartuja de la Defensión en Jerez de la Frontera.

La etapa más fecunda de Aranda fue la gallega. Nombrado en 1603 Maximiliano de Austria arzobispo de Santiago, el arquitecto acompaña de nuevo a su protector. Por desgracia, éste falleció muy pronto, en 1606, y Ginés regresó a Andalucía, en donde pasó el resto de sus días hasta su muerte en 1622. En Santiago de Compostela, además de viajar a la costa para dictaminar sobre las fortalezas de la mitra, se ocupó de las obras de la Catedral, de la iglesia del monasterio benedictino de San Martín Pinario, de las obras del claustro del convento de San Francisco, y diseñó el colegio de San Clemente. Pero en donde Ginés Martínez de Aranda dejó su mejor obra en Santiago fue en las monumentales escaleras de la fachada del Obradoiro, en la que también hizo «el famoso estribo» de la torre de las campanas.

En 1607 retornó a Andalucía. El período de tiempo que media desde esta fecha hasta la de su muerte es el más oscuro de su biografía. Vecino de Castillo de Locubín, se procuró un Oficio de Escribanía. No obstante, muerto su mecenas, su biografía se oscurece y cierra sin mayor pena ni gloria.

El manuscrito titulado Cerramientos y trazas de montea, que se conserva en la biblioteca de Ingenieros del Ejército, está incompleto. El autor, en la nota de introducción, advierte al lector que el libro se compone de cinco partes. De ellas el copista sólo transcribió tres, dejando la última incompleta. El volumen, encuadernado en piel, tiene muchas hojas en blanco, reservadas en principio para esas dos últimas partes, y carece, asimismo, de la dedicatoria de Aranda a Maximiliano de Austria, que en principio se sabe que figuraba en el original.

El manuscrito, según las notas que se leen en la primera página en blanco de las guardas, fue copiado por el padre de los Churriguera para uso personal, y después pasó como herencia a sus deudos, perteneciendo primero a José Benito de Churriguera y después a Alberto de Churriguera, figuras de primer orden de la arquitectura barroca española. No cabe duda de que se trata de una copia del manuscrito original, posterior en bastantes años a su fecha de redacción.

En cuanto al contenido de la obra, en la primera parte, que trata de arcos, figuran 70 tipos de arcos diferentes, de estructura dificultosa la mayor parte. En la segunda parte, sobre capialzados y vanos, hay 50 tipos. En la tercera parte, dedicada a las escaleras, hay 11 tipos diferentes de caracol. Por el número de ejemplos, Ginés Martínez de Aranda es el tratadista de su época que ofrece mayor minuciosidad y variación sobre el tema, convirtiéndose así en el autor que dedicó mayor atención al problema del «cerramiento» o abovedamiento de las fábricas de arquitectura.

El texto es de frases escuetas. Su prosa científica tiene la aridez propia de la abstracción matemática. Sus dibujos tienen la misma claridad y precisión de sus explicaciones y demostraciones. Al estilo literario seco corresponde el esquematismo de sus diagramas. Su método, al igual que el de los demás tratadistas de su género, es pedagógico.

La ordenación de la materia es muy lógica. Comienza con los arcos «dificultosos» para pasar a los capialzados, y por último, tras tratar de las escaleras, ocuparse de las pechinas y las bóvedas. En lo tocante a la representación geométrica, es de subrayar en Ginés Martínez de Aranda mayor precisión matemática que en Alonso de Vandelvira, sin menoscabo de la claridad visual. Sus diagramas son más detallados. Dando por delante las definiciones, Aranda es un buen geómetra, que no deja sin representar ninguno de los modelos que proporciona en su tratado. (En A. Bonet Correa et alii, íIntroducciónî a la edición facsímil de Ginés Martínez de Aranda, Cerramientos y trazas de montea, Madrid, Servicio Histórico Militar-Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1986, pp. 9-30).

Ejemplares y otras ediciones

mss. ca. 1599: Madrid, Biblioteca Central Militar, Ing. 6-12-14. Transcripción realizada a partir de la edición facsímil del manuscrito publicada en Madrid, Servicio Histórico Militar-Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1986.

Ediciones modernas

Ginés Martínez de Aranda, Cerramientos y trazas de montea, Madrid, Servicio Histórico Militar-Composición de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1986, ed. de A. Bonet Correa et alii (edición facsímil del mss. ca. 1599).


Manuscrito Consultable de Martínez de Aranda, Xinés en la Biblioteca Central Militar

CILUS: Fichero Transcrito de Martínez de Aranda, Xinés