desvanecer

Definición:

Ejemplo 1:

En medio de las dos regiones que avemos puesto los philósophos asignaron la tercera, la qual llamaron medio intersticio del ayre, de inter y sto, stas, porque está entre las dos extremas ya dichas, superior y inferior. Y esta tercera región, como estuviesse apartada del movimiento y la reberveración y reflexión de los rayos solares desvanezca antes de llegar a ella, a esta causa dixeron ser región fría, en la qual dize Aristótiles, en el primero de los Metheoros, que es engendrada el agua pluvial y en ella son congregadas las nuves. (Chaves, Sacrobosco, Sphera, 1545, fol. XIIv).

Ejemplo 2:

Assí, las encaladuras hechas de materia delgada, no solamente se hienden y resquebrajan, sino que ligeramente desvanecen y se acaban. (Urrea, Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 95r).

Ejemplo 3:

Son veneno por la fuerça con que corroen y abrasan, no sólo de los cuerpos, sino también de los metales, como el antimonio, el açufre y otros jugos secos, porque por la parte pingüe que tienen, arden, y, mezclados con los metales, queman y consumen su humedad, con que el metal se pierde y desvanece. (Alonso Barba, Arte de los metales, 1640, fol. 11r).

Definición:

Ejemplo 1:

Porque ya hemos dicho que las substancias que purgan son dos, y la una es una especie de sal y la otra es untuosa. Y con el tiempo se desvanecen d’ellas las partes sutiles, en las quales están mistas las dichas substancias, y con ellas las gruessas, y quedan los dichos cuerpos sólo con la terrestridad y ellos porosos, por los quales poros entra la dicha agua, embeviéndose en las partes secas de la tierra (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 33v).

Ejemplo 2:

Y por esta causa se condenan, con razón, las drogas antiguas y viejas, porque d’ellas se a desvanecido y exhalado esta sustancia y tienen sólo las partes terrestes, y ésta es la causa de ser ellas dañosas y perniciossas, como lo emos provado y demostrado en muchas partes. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 109r).

Ejemplo 3:

Atápenlas muy bien con sus tapaderas, y embárrenlas de manera que tengan por lo menos dos dedos de gruesso por todas partes y encima del tapador, porque no se desvanezcan los espíritus del vino. (Sanctiago, Arte separatoria, 1598, fol. 121v).