Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: cuento, qüento.
( del lat. cŏmpŭtus, derivado de cŏmpŭtāre. (DECH) ).

2. sust. m.

1ª datación del corpus: Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512.
Marca diatécnica: Arit.

Definición:

Mil millares. (DRAE, s. v. millón).

Sinónimos(s):

millar de millares, millón1.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Mas quiero dar un aviso: que quandoquiera qu’en qualquiera suma que fuere grande, que pase de tres figuras, que si fueren quatro, que pongas un punto encima de la quarta letra, porque en aquel punto conoscerás que de allí adelante son millares; y si pasaren las letras de seis a siete, pondrás dos puntos encima, porque en ellos conoscerás que en siete letras ya entran cuentos. (Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512, fol. 2r).

Ejemplo 2:

Y luego torna en el 3, diziendo: unidad, dezena, centena, millar, porque el 3, assimesmo, es unidad, y es de cuentos, o millar de millares o de millón, que todo importa una sola cosa o quantidad, porque mil vezes mil es un cuento, y mil vezes mil es también un millón. (Aurel, Arithmética algebrática, 1552, fol. 1v-2r).

Ejemplo 3:

Unidad de cuento quiere dezir unos de cuentos, como un cuento, dos cuentos, tres cuentos, etc., hasta nueve cuentos. Un cuento es diez vezes cien mill maravedís, a la qual quantidad los italianos dizen millón. El millón en contrataciones españolas es 10 vezes cien mill ducados. (Pérez de Moya, Manual de contadoresPérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 5).


3. sust. m.

1ª datación del corpus: Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562.
Marca diatécnica: Arit.

Definición:

Signo lingüístico o matemático con que se representa un millón.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Esta figura q quiere dezir cuento, y assí q s, cuentos, de las quales notarás lo mismo que se dixo de la figura de los millares; quiero dezir que si los vieres tener antes de sí algún número, valdrá tantos cuentos quantas unidades el tal número valiere; y si las hallares desacompañadas de los números, no significan algún valor; de esta manera, l q quiere dezir un cuento, y assí v q s , cinco cuentos, y assí, q, ninguna cosa. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 18).

Ejemplo 2:

Esta figura assí: q, quiere dezir cuento, y assí: qs, cuentos. De los quales, si la primera no tuviere i antes de sí no valdrá nada, como diximos en la figura del millar y, si le tiene d’esta manera: iq, quiere dezir un cuento. Lo mismo dezimos d’ésta: qs, que si antes de sí tuviere algún número, querrá dezir tantos cuentos quantos el tal número que se le antepusiere valiere unos. (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 13v).

Ejemplo 3:

Exemplo. D’esta manera: iiqs, quiere dezir dos cuentos, porque este número, ii, que se le antepone, vale dos. Y assí, xqs vale diez cuentos, por el diez que tiene antes. Y assí, Dqs, quinientos cuentos, porque la D vale quinientos. Y assí, VI U qs, seys mil cuentos, porque tiene seys mil antes. Mas si estuviere solo, d’esta suerte: qs, puesto que quiere dezir cuentos, no vale nada. (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 13v).


~ de cuentos

1ª datación del corpus: Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562.
Marca diatécnica: Arit.

Definición:

Un millón de millones.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Cuento de cuentos es diez vezes cien mill cuentos. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 6).







Véase decena de ~1.


Véase decena de ~2.


Véase unidad de ~1.


Véase unidad de ~2.
Variantes: cuento, qüento.
( del lat. cŏntus 'pértiga (de barquero, etc.)', 'fuste de lanza, de pica.' (DECH) ).
Familia léxica: contera.

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Mendoça, Theórica y práctica, 1596.
Marca diatécnica: Fort.

Definición:

Pie derecho o puntal que se pone para sostener un elemento de una fortificación, para que, después quemado, este se desplome y se abra una brecha.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Otras vezes se les ponen cuentos [a las murallas], socavando después los cimientos, y quando se vee que solos ellos sustentan la muralla se untan con sebo y brea para que quemen mejor, poniéndoles cerca pólvora, cantidad de paja y leña a que se da fuego en tiempo que está la gente presta para arremeter como cayga la muralla. (Mendoça, Theórica y práctica, 1596, pág. 106).

Ejemplo 2:

Por el mismo respeto, quando se teme que la batería de algún edificio o torre haga grande ruyna sobre el fosso, dando comodidad al enemigo para valerse d’ella, se buela con pólvora o se le ponen cuentos, socavando los cimientos a la parte donde quieren que cayga, cosa que se efectúa con facilidad pegando fuego a los maderos. (Mendoça, Theórica y práctica, 1596, pág. 129-130).

Información enciclopédica:

En el intento de asaltar una fortaleza, los sitiadores solían llevar consigo este tipo de cuentos al tratarse de la pieza más importante de uno de los sistemas más conocidos y practicados para abrir brecha, especialmente en la época en la que aún no se había aplicado la pólvora a las minas. De ahí que Rubió y Bellvé (1895-1901) afirme lo siguiente: "En la poliorcética antigua se empleaba [el cuento] como medio de aportillar las murallas, a cuyo efecto, después de disponerlos bajo el conveniente lienzo de las mismas, se daba fuego a los puntales, con el fin de que, a falta de apoyo, la fábrica se derrumbase".

2. sust. m.

1ª datación del corpus: Arphe, Varia Commensuración, 1585-87.
Marca diatécnica: Carp.

Definición:

Contera o refuerzo de objetos alargados, como varas, lanzas, serpentinas, etc.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Lo que se deve advertir en ellos es que los remates sean rezios y cortos, porque no se quiebren quando se arriman a las paredes, y el recibimiento que sea gruesso, porque no se hunda hazia arriba con los golpes que se dan con los cuentos de las varas en el suelo en el discurso de las processiones generales. (Arphe, Varia Commensuración, 1585-87, fol. 34r).

Ejemplo 2:

Y si se hincase estacas, que es madera muy más delgada, convendrá también ponerles açuches, mas no será menester hazerles aquellas assas para enclavar, que abastarales hazerlos como un cuento de lança. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 158r).

Ejemplo 3:

A de tener, demás de lo dicho, una hachuela de mano [...] y una vigornia para labrar y cortar madera de su arte y acomodar y endereçar planchas, brocas y clavillos y qüentos de los botafuegos y sus serpentinas. A de tener consigo un brindestoque o horquilla con sus serpentinas y javelina en medio d’ellas, con, más, un botafuego corto para con él dar fuego a las pieças; el qual también terná dos serpentinas con botoncillo o puntilla de diamante en medio de acero, tan largo como el dedo, para que en él se rebuelvan dos cabos de cuerda embastidos en las serpentinas, con sus qüentos de acero largos y bien fornidos, con sus brocalillos o armellas para que sean fuertes y firmes, y que fácilmente se puedan hincar en tierra o en el tablón del afuste, o en la esplanada, o parapetos, o en qualquiera parte que se quiera. La mesma guarnetura y qüentos más cumplida y ampliamente deve tener el brindestoque o javelina. (Ufano, Tratado de la Artillería, 1613, pág. 422).


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