cáliz

Definición:

Ejemplo 1:

Un hombre compró un cálice de oro. Quanto pesa no lo digo, mas de quanto sé, que el pie pesa 6 onzas, y la copa pesa la mitat y el tercio del pie y de la patena. Ansimesmo, la patena pesa el tercio y el quarto del pie y de la copa. (Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512, fol. 192r).

Ejemplo 2:

Cálices, deven ser hechos de oro o plata, e, en las yglesias muy pobres, de peltre o estaño. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. LIv).

Ejemplo 3:

El Papa Urbano Primero […] fue el que mandó que los cálizes se hiziessen de metal que no criase orrura porque el vidro era quebradizo, y desde este tiempo se començaron a hazer de oro y plata o, a lo menos, de estaño, porque, si no son estos, todos los demás metales se hazen orinientos con el tiempo. La mejor proporción que hasta aora se a hallado para el cáliz es la sexquiáltera, comparando el alto con el assiento del pie, porque toda su circunferencia contiene dos vezes el alto del cáliz. (Arphe, Varia Commensuración, 1585-87, IV, fol. 27r-v).

Definición:

Ejemplo 1:

Pero las partes del arroyo fabricado son éstas: al incile se haze un recebimiento; después, por el aquaducto, se entreponen las arcas de el agua; pero donde topan el suelo un poco levantado, se causa una cueva; en el lugar postrero a la sangradera del agua se pone un cáliz. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 322).

Ejemplo 2:

El arroyo es un lugar a la larga hondo. Recibimientos son los que se ponen al incile por causa de derribar el agua. Las arcas son ciertos recogimientos que reciben la agua pública. Cueva es lugar cavado por bajo con riberas desde el qual el agua se vee. Cáliz es la postrera parte del aquaducto por el qual sale la agua. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 322).

Ejemplo 3:

El cáliz variará la manera del derramar la agua, por allegar de la corriente y por la manera del caño por do vazía; porque, quanto la agua allí se recibiere de más larga y accelerada corriente, y mientras más fuere llevada por camino más expedido y por regimiento más apretado, augmentará más la manera del vaziar. (Loçano, Alberto, Architectura, 1582, pág. 323).