tres

Definición:

Ejemplo 1:

Tres hombres deven a un otro hombre tres sumas de dineros, en que el primero le deve ocho ducados, el segundo le deve 6 ducados, el tercero le deve 9 ducados. Quiere saber quánto monta. (Ortega, Conpusición Arismética y Geometría, 1512, fol. 4r).

Ejemplo 2:

Esta España se divide, según los passados, en tres provincias, pero porque aquéllas no tienen oy aquellos nombres, yo la divido en seys; e cada provincia sea toda la tierra que está dentro de las vertientes de cinco ríos principales que ay en ella, que son Ebro, en cuyas vertientes entran los reynos de Aragón e Navarra e toda Cantabria e Iberia; el otro es Duero, en cuyas vertientes entra lo que comúnmente llaman Castilla; la otra es el río Marín, que toma a Galizia; y el otro es Tajo, en cuyas vertientes está el reyno de Toledo e la mayor parte del de Portugal; el otro es Guadalquivir, en cuyas vertientes está el Andaluzía e Granada; el otro es Guadiana, en cuyas vertientes está Estremadura. (Fernández de Enciso, Suma de Geographía, 1530, fol. XXIVr).

Ejemplo 3:

Mira lo que hazes con el dos para sacar mitad d’estos números, que lo mismo harás con el tres para sacar el tercio, y con el quatro para sacar la quarta parte, y con el cinco para sacar el quinto, etc. (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 471).

Definición:

Sinónimos(s):

Ejemplo 1:

Mandamos que, de aquí adelante, todas las personas que ovieren de vender la dicha lana de peladas la vendan lavada y enxuta, y según y de la manera que en el dicho capítulo tres de las dichas ordenanças se contiene, so pena de cien maravedís por cada arrova de lana que contra lo susodicho se vendiere. (Anónimo, Leyes lanas e paños, 1538, fol. 2v).

Ejemplo 2:

Haviendo el marido acusado a su muger, puédela perdonar, si quisiere, y quando quisiere. En la dicha ley tres del Fuero. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. Xv).

Ejemplo 3:

De Milán, a cinco de febrero, mill quinientos y noventa y tres. (Collado, Plática Artillería, 1592, fol. IIIv).

Definición:

Ejemplo 1:

iii, tres lxxx, ochenta (Pérez de Moya, Arithmética práctica, 1562, pág. 16).

Ejemplo 2:

Los antiguos (como refiere Boecio y Provo), porque la vista con muchas rayas no se engañasse, usaron en la cuenta castellana de abreviaturas, admitidas en uso acerca de mucha gente. Queriendo que una sola raya, d’este modo: I, valiesse uno, porque con su senzillez denota uno; y dos rayas, d’este modo: II, valiessen dos; y assí: III, tres. (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 11v).

Ejemplo 3:

III tres XXX treynta CCC trezientos (Pérez de Moya, Manual de contadores, 1589, fol. 13r).