Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: madera.
( del lat. matĕrĭa ‘madera de árbol’, ‘madera de construcción’, ‘materiales’, ‘materia’. (DECH) ).

1. sust. f.

1ª datación del corpus: Sagredo, Medidas Romano, 1526.

Definición:

Parte sólida de los árboles cubierta por la corteza (DLE).

Sinónimos(s):

materia3.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

La madera de la techumbre y tejados era toda de cedro, según cuenta Plinio, y era tanta, que después de encendida fue poderosa para quemar y destruyr lo que era de piedra. (Sagredo, Medidas Romano, 1526, pág. 61).

Ejemplo 2:

La madera se ha de cortar desde principio de otoño hasta el tiempo que quiere començar a soplar el viento favonio, porque el verano todos los árboles están preñados y echan su virtud en hojas y en frutos [...]. Assí, corriendo el agua y el liquor desaprovechada, que en estos árboles por el tórulo y meollo no consentirá embeberse en aquella aguaza, ni tampoco consentirá la qualidad de la tal madera ser corrompida, y entonces, quando estuviere seco el árbol y no distila, acabarlo han de cortar, y d’esta manera será muy bueno para el uso del edificio. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 31v).

Ejemplo 3:

¿Quáles maderas son más cómodas para los edificios de las obras? Theophrasto dize que las maderas que no son secas antes de tres años. Para aver de hazer tablas, en especial para puertas y ventanas, todos los árboles, o los más, son buenos para edificios; de modo [que], como son de diversas naturalezas, ansí deven servir en diversas cosas. Y no todos los árboles sirven a una misma cosa: los unos árboles sirven para una cosa y otros para otra, como se a dicho. Los unos son muy mejores y duran mucho tiempo dentro del agua, y otros duran mucho más tiempo al cubierto y otros al descubierto. El roble, y la aya, y la ençina, y el castaño, y el pino carrasca, o el pino sylvestre o negral, el vernio, el hontano, éstos duran mucho tiempo dentro del agua; puestos verdes y los otros enterrados, duran mucho, y otros duran infinito tiempo tocándoles el ayre y el sol. Y otros valen mucho más al cubierto, como es el nogal, y el ciprés, el olmo, el pino avete y el pino albar o blanco. Al descubierto, el fresno, el azebuche, el olivo, la sabina, el enebro. (Pseudo Juanelo Turriano, Veinte y un libros, ca. 1605, fol. 239r).

Información enciclopédica:

Clairac y Sáenz: La madera constituye un precioso material universalmente empleado en las construcciones, donde se puede decir que es de primera necesidad, mas no encuentra su sola aplicación en las obras; la industria y las artes la aprovechan igualmente en diversidad de aplicaciones, para las que son unas más parecidas que otras. La madera es uno de los materiales de construcción más estudiados por los tratadistas, desde Vitruvio. Francisco Loçano, en la traducción que llevó a cabo de la obra de Alberti De re aedificatoria, recoge las distintas propiedades que tienen las maderas para ser utilizadas en la edificación, como puede observarse en este fragmento (Loçano, Alberto, Architectura, 1582: pág. 42-43): "Árboles commodíssimos para los edificios, quáles, para qué, en qué lugaresmás durables, más firmes y de mayor duración. Parece aver pensado Theophrasto que la materia antes de tres años no está bien seca, principalmente para viguetas y servicio de puertas para la obra de los edificios. Tienen por commodíssimos estos árboles: el mesto, la enzina, los robles, la ischia, el álamo, la texa, el salce, el álamo negro, el fresno, el pino, el cyprés, el azebuche, la oliva, el castaño, el lárize, el box y el cedro; item, el ébano, y también la vid. Pero todos éstos tienen diversa natura y, por tanto, se acommodarán a diversos usos, porque unas, en descubierto, son mejores que las otras; otros se conservan en la sombra, otros en el ayre y otros en las aguas, y, enterrados, endurecen y duran más tiempo; por esso, éstos son buenos para tablas delgadas, lissas, esculturas y obras de dentro; otras, para vigas que buelan al ayre y para vigas; las otras, para tener encima los suelos del descubierto y para las coberturas son más firmes. Y principalmente, el álamo negro sobrepuja a todos para empalizadas de los cimientos de los ríos y lagunas, y es muy paciente de humor; ésta misma, en el ayre y en los soles, no dura. Al contrario, la ischia es impaciente de humor. El olmo se condensa con el ayre y en el descubierto, pero en otra parte se abre y no dura. El pino de que se haze la pez y el pino si se cubren con tierra, son eternos. Pero el roble, por ser espeso, nervoso, denso y con menudos agujeros, que no reciben humor, es muy aparejado para qualesquiera edificaciones de tierra, principalmente siendo puesto de manera que suffra pesos, porque será, entonces, en lugar de columna muy fuerte. Pero a éste, como le aya dado la natura tanta dureza que no pueda ser taladrada, sino siendo humedecida, con todo esso affirman que sobre tierra es inconstante y que se haze rituoso y que se tuerze, y que éste mismo, con agua marina, fácilmente se corrompe. Esto no acontece a la oliva y al coscojo y al azebuche, que en las demás cosas convienen con el roble que se dañen con las aguas. La enzina con ninguna vejez se consume, porque por dentro es xugosa y casi como verde. La haya y el nogal las cuentan entre los principales, que se meten debajo de tierra y que no se corrompen mucho con aguas. El alcornoque, para el uso de las columnas, y el pino sylvestre, y el moral, y el arze y el olmo no son inútiles[...]. Para hazer maderamientos apruevan el abeto, y el ciprés le prefieren en una cosa, por ventura, por ser más eterno, pero es más pesado que el abeto. Apruevan también el pino y el pino de la pez, porque dizen el pino ser semejante al abeto, y piensan que restriva contra el peso puesto encima. Pero, entre el pino y el abeto, entre otras differencias, ay ésta: que el abeto tanto menos es dañado de carcoma, quanto es el pino de xugo más dulce que el abeto. Yo pienso que a ninguno se ha de posponer el lárice, y porque por aver éste firme y durablemente sustentado los pesos de las fábricas, lo annotamos en otros lugares, y también junto a Venecia en las obras viejas del mercado. Y affirman que éste da de sí todas la utilidades que dan los demás árboles: es nerviosa, mantenedora de fuerças, firmíssima en las tempestades, contra la carcoma no offendida. Es vieja opinión que ésta es invicta contra las injurias de los fuegos y que permanece casi sin alguna lesión. Y mandan que se contrapongan tablas de lárice azia aquella parte de donde teméys que ha de venir el mal del fuego; pero ya la vimos encendida arder, mas de tal suerte, que parecía que dessechava las llamas y las quería apartar de sí. Es claro que tiene un vicio, porque con aguas marinas se haze subjecta a carcoma".

2. sust. f. u. m. en pl.

1ª datación del corpus: Urrea, Vitruvio, Architectura, 1582.
Marca diatécnica: Carp.,Constr.

Definición:

Pieza de madera labrada que sirve para cualquier obra de carpintería. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Después, sobre los canterios, desde el alero del tejado hasta la hilera, se pone el templal, que es la techumbre de lo baxo de las tejas. Demás d’esto, se ponen los asseres, que son las maderas que atraviessan de una tixera a otra, por si no alcançan los cabrios, que van a dos tramos. (Urrea, Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 50v).

Ejemplo 2:

Para que la nao salga fuerte del astillero conviene que las maderas de la ligazón sean largas y que cruzen mucho unas con otras. (Cano, Arte para fabricar naos, 1611, fol. 31v).

Ejemplo 3:

Conviene que este raser sea anchuroso y abierto al modo del que tienen las caravelas y navíos flamencos, que los tales dan lugar a que fortifiquen con bulárcamas por dentro, enpernándolas con las tablas, y maderas y palmejares, con que fortifican las juntas de las maderas que en aquella parte se ponen. (Anónimo, Diálogo fábrica de navíos, ca. 1631, fol. 13v).


a media ~

1ª datación del corpus: López de Arenas, Reglas de la carpintería, 1619.
Marca diatécnica: Carp.

Definición:

Cortada la mitad del grueso en las piezas de madera o metal que se ensamblan o unen. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Las maestras escopleadas y enpalmadas en medio, a media madera, para formar el ochavo o sino del medio del almisate, como lo muestran la a, b, c, d, e. (López de Arenas, Reglas de la carpintería, 1619, fol. 12r).


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