Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: dicípulo, discípulo.
( tomado del lat. dĭscĭpŭlus 'íd.' (DECH) ).
Familia léxica: disciplina, disciplinado, disciplinar.

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553.
Marca diatécnica: Metod.

Definición:

Persona que aprende una doctrina, ciencia o arte bajo la dirección de un maestro. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Nodrimiento es enseñamiento que hazen los ayos a los que tienen en su guarda, e los maestros a los discípulos, a que muestran su sciencia o su menester, enseñándoles buenas maneras e castigándolos de los yerros que hazen. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. LXXXVIIIr).

Ejemplo 2:

El tercero mes fue llamado março a causa que Rómulo lo consagró y dedicó al dios Marte, padre suyo [...] Figurávanlo por un solícito maestro que disciplinava a sus discípulos, y esto para demostrar que este mes era maestro y disciplina de los otros meses y visitador de los officios romanos. (Anónimo, Repertorio tiempos, 1554, fol. XIv).

Ejemplo 3:

Que a la hora de la plática dicha los discípulos a quien toca acudan en la escuela con cada dos o tres plegos de papel grande para terciar pieças, cortar cucharas, dar viento a las balas y hazer otras operaciones diversas. (Collado, Plática Artillería, 1592, fol. 104v).


2. sust. m.

1ª datación del corpus: Girava, Fineo, Geometría práctica, 1553.
Marca diatécnica: Fil.

Definición:

Persona que sigue la opinión de una escuela, aun cuando viva en tiempos muy posteriores a los maestros que la establecieron. (DLE).

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Ningún otro tuvo tal maestro como el divino Aristóteles, del qual más se presciava Alexandro ser discípulo que del valerosíssimo Philippo hijo. (Girava, Fineo, Geometría práctica, 1553, pág. 6).

Ejemplo 2:

Y sin esto se podría responder con el philósopho (capítulo 6, libro Metheoros), con quatro o cinco razones que da para deshazer esta opinión, que ya es antigua, de Hipócrates Chio y sus discípulos, Eschilo y otros, como lo podía ver el discreto lector más largamente. (Micón, Diario grande cometa, 1578, pág. 8).

Ejemplo 3:

Thales Milesio, uno de los siete sabios de Grecia, abiertamente dixo que el principio de todas las cosas era el agua. Eráclito dixo el fuego. Los sacerdotes de los Magos dixeron que el agua y el fuego. Eurípides, discípulo de Anaxágoras, a quien los athenienses llamavan scénico, que quiere dezir ‘escriptor de comedias’, dixo que el ayre y la tierra. (Urrea , Vitruvio, Architectura, 1582, fol. 101r ).


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