Diccionario de la Ciencia y de la Técnica del Renacimiento
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Variantes: balandrán.
( del prov. balandran, -au, 'capote largo usado por curas y pastores' (DECH) ).

1. sust. m.

1ª datación del corpus: Martínez de Burgos, Reportorio premáticas y Cortes, 1551.
Marca diatécnica: Sastr.

Definición:

Sobretodo vueludo y con capilla utilizado por eclesiásticos y letrados.

Ejemplo(s):

Ejemplo 1:

Permitimos que en las ropas de paño que suelen traer por capas los hombres de letras y otros algunos, las puedan traer aforradas todas, o las capillas o delanteras, en seda o taffetán, como hasta aquí lo traýan, y que en los manteos y balandranes y capas de agua (demás de la guarnición aquí dicha) puedan echar y traer aforradas las capillas en seda o tafetán. (Martínez de Burgos, Reportorio premáticas y Cortes, 1551, fol. XXXIXv.).

Ejemplo 2:

Para cortar este balandrán de paño, se ha de entender que el cuerpo del balandrán está doblada la delantera sobre la trasera. (Alcega, Geometría prática, 1589, fol. 53r.).

Ejemplo 3:

Del lomo del paño salen el cuerpo del balandrán, que es como un herreruelo, y en este herreruelo van pegados los quartos delanteros, y lleva su collar; y sale también del mismo paño, demás del herreruelo, la capilla y los quartos delanteros. (Alcega, Geometría prática, 1589, fol. 53v.).

Información enciclopédica:

distintos […]. El balandrán, por ser largo y holgado, reunía las dos condiciones de los trajes preferidos por doctores y letrados. Las personas de estas profesiones no se distinguían por vestir a la última moda, y conservaron el balandrán por más tiempo. Si, a mediados del siglo XV, era este un traje de uso general entre nobles y caballeros, al finalizar el siglo tenía ya el carácter de un traje serio, más propio de clérigos que de galanes (Bernis Madrazo, Trajes y modas en la España de Los Reyes Católicos. Los hombres, 1979, 58). “Existen datos seguros sobre el balandrán a finales del siglo XV y sobre el balandrán en 1580, de los que resultan dos prendas completamente diferentes; es, pues, difícil precisar a partir de cuándo esta voz cambió de sentido” (Bernis Madrazo, Indumentaria española en tiempos de Carlos V, 1962, 76). Según el sastre Juan de Alcega, el balandrán se cortaba como un herreruelo, pero luego se añadía lo que no tenía el herreruelo, como una capilla.

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